Repudio de la CAC a los ataques del crimen organizado en Ecuador
La Entidad se solidariza con el pueblo ecuatoriano y exhorta a que en Argentina se actúe con prontitud y firmeza en la lucha contra el narcotráfico, a fin de evitar una escalada como la registrada allí.
La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) expresa su más firme condena a los ataques que el crimen organizado perpetró en las últimas horas en Ecuador, que conmocionaron a toda la región y derivaron en la declaración del estado de excepción por parte del presidente Daniel Noboa. Asimismo, manifiesta su absoluta solidaridad para con el pueblo ecuatoriano y aboga por que a la mayor brevedad posible se encauce la situación y se garantice el imperio de la ley.
Son sabidos los múltiples y graves perjuicios que el crimen organizado en general y el narcotráfico en particular tienen para las naciones que los padecen: severos daños a la salud de la población, corrupción de estructuras estatales, atraso, violencia y muerte. Los recientes hechos que enlutan a la hermana República del Ecuador ponen de manifiesto todo su potencial destructivo, que llega también a socavar las bases mismas de la convivencia democrática y los poderes constitucionales.
En las últimas décadas, Argentina ha registrado un alarmante avance de esta actividad ilícita, que formó enclaves en ciertas zonas del territorio nacional, derivando en un exponencial crecimiento de los asesinatos y de delitos varios. A la vez, ha llegado a representar una auténtica amenaza para las instituciones del Estado, como lo dejan en claro los recientes ataques registrados en Rosario, incluyendo intimidaciones al gobernador santafesino Maximiliano Pullaro y a su familia. Urge pues que se actúe con prontitud y firmeza, a fin de evitar que nuestra nación sufra una escalada como la registrada en Ecuador. La situación no admite demoras ni vacilaciones.
En esta línea, la CAC hace un enérgico llamado para que las autoridades argentinas, ecuatorianas y de los países vecinos hagan sus mayores esfuerzos a fin de que, mediante un trabajo profesional y coordinado, se logre de una vez por todas controlar el narcotráfico, extendido y persistente flagelo que tanto daño le hace a nuestra región.