En julio el consumo de los hogares en bienes y servicios registró un leve aumento
Se trató de un alza de 1,8% frente a junio, comportamiento que no se observaba desde abril. En la comparación interanual bajó 5,6%, aunque el ritmo de caída disminuyó considerablemente.
En julio de 2024, el Indicador de Consumo (IC) de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) mostró un crecimiento desestacionalizado de 1,8% frente al mes de junio (es decir, descontando los efectos estacionales habituales del consumo a lo largo del año). En comparación con julio de 2023, se registró una baja de 5,6%, lo que implica que el ritmo de caída disminuyó.
Vale mencionar que el crecimiento del consumo observado en la comparación entre julio y junio no se percibía desde el mes de abril y, por otro lado, que el ritmo de la caída interanual del consumo se redujo a valores semejantes a los del mes de mayo.
Este indicador desarrollado por la CAC refleja la evolución del consumo de los hogares en bienes y servicios finales con una periodicidad mensual, expandiendo y complementando los aportes de información que realiza la Cámara al seguimiento del comercio y la actividad económica.
De esta forma, el IC acumula en los primeros siete meses del año una contracción de 6,2% i.a, en línea con el deterioro en el consumo experimentado desde inicios del año. Se destaca que, si bien en julio volvió a observarse una variación negativa respecto a 2023, el ritmo de contracción se redujo, registrándose una merma interanual menor a la de junio.
Esto se da en un escenario económico donde la inflación se moderó levemente, marcando la tasa intermensual más baja en lo que va del año. En julio 2024 la mensual fue de 4%, con una interanual de 263,4% y una acumulada anual de 87%.
La reanudación del proceso desinflacionario ha contribuido positivamente a una tímida recuperación desestacionalizada del consumo, el cual podría iniciar un paulatino camino ascendente. La estabilidad cambiaria a partir del mantenimiento del crawling peg ha favorecido a la dinámica inflacionaria, desacelerando su paso en los últimos meses a pesar del leve traspié de junio. El mantenimiento de este esquema podría significar una paulatina recuperación del ingreso real de los hogares, lo cual impactaría positivamente en el consumo durante los próximos meses. Sin embargo, la dinámica que tendrán las tarifas y los subsidios a los servicios públicos será fundamental para que la inflación no vuelva a acelerarse y repercuta de forma negativa en el consumo.
El desempeño de la economía argentina y el consumo presentan un comportamiento similar, lo cual se expresa en tasas de variación interanual que, usualmente, se incrementan o reducen en la misma línea. En gran parte del 2024, las i.a. tanto del IC como del EMAE presentaron un comportamiento negativo: el del consumo continúa hasta la actualidad, pero el de la actividad se interrumpió en mayo. Durante junio, el EMAE exhibió una caída interanual de 3,9%, en contraste con el excepcional mayo. Esta nueva caída del indicador de actividad fue en línea con lo experimentado por el IC en el sexto mes del año. En julio, el IC sufrió una nueva contracción, mientras que la economía argentina mostró una primera variación positiva durante mayo.
Al analizar el desempeño de algunos rubros en particular, se observa una dinámica generalizada de decrecimiento interanual respecto a los valores de julio de 2023, a excepción de vivienda, alquileres y servicios públicos.
El rubro de indumentaria y calzado mostró en el séptimo mes del año un decrecimiento estimado de 19,1% i.a., con una contribución negativa del 1,2% al retroceso de 5,6% i.a. del IC. Nuevamente, se explica por la postergación de consumos no fundamentales a raíz de una caída del ingreso real de los hogares. Sin embargo, la caída fue más moderada que en el mes anterior y podría iniciarse una paulatina recuperación en el sector.
Por otro lado, el capítulo de transporte y vehículos mostró un decrecimiento estimado del 8,9% i.a. en julio, contribuyendo negativamente en un 1,1% a la variación interanual del IC. La caída se explica por una gran contracción en el ingreso real de los hogares, y una disminución en el consumo de nafta.
Recreación y cultura mostró en julio un decrecimiento de 19,7% i.a. (con una contribución negativa de 2,0 p.p. al IC). Esto se explica por las mismas razones que el segmento indumentaria y calzado: la caída en el ingreso real redujo el poder de compra y postergó el acceso a bienes y servicios relacionados al ocio.
En cuanto al apartado de vivienda, alquileres y servicios públicos, este mostró un crecimiento estimado de 2,9%i.a. en julio del presente año. Este incremento se debe principalmente a un incremento interanual de la demanda de energía eléctrica.
Con respecto al resto de los rubros, estos experimentaron una contracción estimada de 3,5% i.a. en julio (y una incidencia de 1,8 p.p.), posicionándose en niveles 0,2% por debajo de los niveles prepandemia.